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hombrecito

Eastern Palace

Querido Bartolo,

No sé si será el amor o no, realmente tampoco es algo que me preocupe (saber cuál es la razón) pero sí que es cierto que últimamente me encuentro como con la inspiración subida, aunque pocas veces consigue dar frutos, la verdad.

Esta mañana me levanté de muy mal humor, me desperté cerca de las 6 y media y no había manera de volver a dormirme, asíque opté por levantarme y desayunar en condiciones y tranquilamente. Decidí si meter en la mochila los apuntes de mi examen de historia del viernes o meter el block de dibujo. Al final opté por lo segundo, aunque luego he dibujado 4 moñadas que no me han gustado nada de nada de nada. Y bueno, después de cepillarme las nacaradas perlas de mi dentadura me fui a mirar por la ventana a ver si seguía cayendo la misma asquerosa lluvia que estuvo cayendo ayer y durante la noche (que yo lo oí) y ahí me lo encontré, todo Móstoles blaaaaaaaanco, ains, qué bonito. Es la primera vez que veo tanta nieve junta. Y claro, me agarré corriendo la cámara y me lié a hacer fotos por la ventana.

Hoy es el cumpleaños de mi padre, en esta familia nunca hemos sido muy de celebraciones y cosas así, no ya por ideologías chorras ni nada por el estilo, si no porque somos más despegaos que un baile moderno de esosy bueno, mi padre ha comprado una mini-tarta y vamos a pedir comida al chino, algo es algo, yo no le he comprado nada, la verad, pero se lo voy a comprar, pero es que ahora con los examenes, los estreses, los trabajos y las clases no tengo tiempo para nada y encima, mi padre, que es EL TÍPICO PADRE, que pone la misma cara le regales un par de calcetines que un pony fucsia. Pues eso, que le comprare algo.

Después de hacer las pertinentes instantaneas a los copichuelis de nieve, súbitamente sonó mi móvil, me quedé un tanto asustado, para qué negarlo, porque a ver quién coño me va a llamar a las 8 de la mañana. Al ver quien comprobe que me llamaban desde el móvil de mi padre, lo cogí y nadie contestaba aunque se oía perfectamente el ruido de fondo, supuse que mi padre, como siempre, no había conseguido descifrar los terribles códigos del bloqueo de teclado del móvil y me estaba llamando sin darse cuenta. Así que le colgué. Al rato vuelve a sonar mi móvil, desde el móvil de mi padre otra vez, lo vuelvo a coger, más de lo mismo. Vuelvo a colgar, ahora suena el fijo, un teléfono de Móstoles, deduzco que será mi padre desde la fábrica, lo cojo, otra vez lo mismo, nadie contesta. Vuelvo a colgar y empiezo a inquietarme mientras variadas y desvariadas ideas pasan por mi cabeza:

a) le han guindao el móvil a mi padre y están vacilando con los números de la agenda
b) mi padre es subnormal
c) le ha pasado algo a mi padre y me intentan llamar desde la fábrica y desde su móvil
d) tengo que empezar a buscar un cuchillo en la cocina porque en cualquier momento un encapuchado aparecerá por el porche (que no tenemos, (en un 7º tú me dirás, juas)) e intentará matarme mientras me pregunta cuál es mi película de terror favorita y yo le respondo "Glitter, todo lo que brilla"

La cuestión es que al final opto por llamar a mi padre a la fábrica y ver qué mondongos pasa. Al final resulta que me estaba intentando llamar para decirme que ha nevado mucho esta noche y que no me vaya a trabajar en bus que va a haber mucho atasco, que me vaya en metro.

"padre, siempre me voy a trabajar en metro porque a estas horas nieve o no nieve, siempre hay atasco"

Después de semejante momento de tensión de gluteos partí hacia el trabajo, me puse mi discman con el Deep River de Utada Hikaru y no voy a negar que con cierta ilusión infantil por notar los copitos de nieve caer en mi inmensa cabezota.

-Segundo Momento Tenso de la Mañana-

Después de coger el metrosur hasta puerta del sur y allí la linea 10 hasta Alonso Martínez para coger la linea 5 hasta Suanzes (sí, trabajo dónde Cristo perdió la chancla) me quedo literalmente encerrado con otros cientos (miles?, millones?) de personas en un pasillo de Alonso Martinez porque la estación está literalmente saturada de gente y no nos podemos mover ni para un lado ni para otro, pues bueno, en esta situación tan agradable unos veinte minutos, menos mal que me dió por quitarme el abrigo en el metrosur...

LLego a Suanzes tarde, por supuesto, y aun me queda cruzar toda la quinta de los molinos, pero cuando me he metido y he visto tooooooodo ese parque con tooooooodos sus arboles toooooodo cubierto de nieve no he podido evitar dedicarme durante un rato a meterme por la nieve y dedicarme a andar como un tolai a zancadas como si estuviera en la luna, pisando y disfrutando del crujido de la nieve al comprimirse debajo de mi pie y tambien me he puesto a hacer fotos, a la nieve, a mí sobre la nieve, otra de la nieve, otra de mí sobre la nieve, aunque hacerse fotos andando tiene el inconveniente (al menos en mi caso) de salir con una tremenda cara de mamarracha en todas las fotos.

Llegué tarde a trabajar, por supuesto, pero ME DA IGUAL.

Luego, vuelta a casa,tirón de orejas a mi pater y comida (estofado).

después siestecita, y juro, perjuro, que mi intención era quedarme en casa estudiando, pero tener un padre adicto al Diario de Patrica hace que al final te dediques a todo menos estudiar, al menos he colocado los apuntes para ponerme en serio ¿mañana?, esperemos que sí.

- TERCER MOMENTO TENSO DEL DÍA -

a las 6 y media suena mi móvil y es el teléfono del instituto, el petardo de mi profesor de técnicas de expresión llega hasta límites insospechados para que no práctiquemos eso tan de moda llamado absentismo escolar en su clase, pero claro, yo no lo he cogido, y no va más, me ha escrito un mensaje!

"tu obligación mamonazo es venir a clase de técnicas, o ¿crees que sacar un 9 en dibujo técnico te exime de escuchar mis clases magistrales?"

Eso es lo que Dios Manda, profesores a la onda y adaptados a las nuevas tecnologías de las cuales dependemos los jovenes de hoy día, quizá mañana me mande un mensaje por el gaydar para que vata a su próxima clase, quien sabe.

kiss me, love me, I'm wicked.

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